La hipertensión y la diabetes son dos enfermedades crónicas y dos de los principales factores de riesgo cardiovascular. Pero además, tienden a asociarse con mucha frecuencia y esto no es producto del azar sino que se debe a que existen mecanismos comunes para ambas enfermedades.
La presión sanguínea alta o hipertensión es un flagelo que azota a buen porcentaje de la humanidad: se calcula que más de un 20 por ciento de la población mundial la padece y que más del 50 por ciento de ellos ni siquiera lo sabe
¿Qué es la diabetes?
Con el término de diabetes se engloban unas series de situaciones de tipo crónico, caracterizadas por unas cifras de glucosa en sangre superiores a 126 mg/dl, en dos determinaciones distintas.
¿Cómo se diagnostica la diabetes?
En la mayoría de los casos sólo es necesario un simple análisis de sangre para determinar los niveles de glucosa, sin embargo, en ocasiones es inevitable una curva de glucemia.
¿Por qué se produce la diabetes?
Las causas de la diabetes no están todavía totalmente aclaradas ya que existen factores de tipo genético y ambientales (tóxicos, virus, sobrealimentación, etc.)
La herencia tiene un importante papel sobre todo en la diabetes del adulto y va asociada a menudo a la obesidad.
¿Qué daño conlleva la asociación hipertensión-diabetes?
La hipertensión arterial empeora y acelera el daño que la diabetes ejerce sobre las arterias, lo que da lugar a que las personas hipertensas y diabéticas sufran con mayor frecuencia, infarto de miocardio, insuficiencia renal, accidentes vasculares cerebrales (trombosis), enfermedad vascular periférica, etc.
Estas complicaciones pueden ser evitadas o al menos atenuadas si se consigue un control adecuado de ambas enfermedades.
¿Se pueden prevenir la diabetes y la hipertensión?
Ambas enfermedades se pueden prevenir, o al menos retrasar su aparición, si se evita la obesidad y el sedentarismo.
¿Se pueden curar la hipertensión y la diabetes?
Tanto la hipertensión como la diabetes en general no se pueden curar, aunque mediante el control adecuado de las cifras de glucosa en sangre y de presión arterial se puede evitar o por lo menos retrasar el daño que producen en el organismo
Factores de riesgo para la diabetes e hipertensión
- Edad mayor a 45 años
- Un progenitor o hermanos con diabetes o hipertensión
- Diabetes gestacional o parto de un bebé con un peso mayor a 4 kg (9 libras)
- Nivel alto de colesterol y triglicéridos en la sangre
- No hacer suficiente ejercicio
- Obesidad
- Consumo de bebidas alcohólicas y tabaco
- Consumo excesivo de café y bebidas energizantes
- Consumo excesivo de sal y condimentos
- Deterioro previo de la tolerancia a la glucosa
- Algunos grupos étnicos (particularmente afroamericanos, nativos americanos, asiáticos, isleños del pacífico e hispanoamericanos)
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